Julián Gil retomó las visitas en el Centro de Convivencia con el pequeño Matías Gregorio, fruto de su tormentosa relación con Marjorie de Sousa, luego de haber transcurrido aproximadamente un mes de que el argentino tomara la decisión de suspender estas reuniones hasta nuevo aviso.
Sin embargo, en este primer encuentro no todo fue color de rosas, puesto a que cuando el galán de telenovelas pretendía fotografiarse con su hijo se lo arrebataron de las manos.
Luego de haber pasado juntos el tiempo estipulado por los juzgados, Gil salió del recinto cargando entre sus brazos al bebé con la intención de tomarse una foto con él, cuando de repente un hombre que acompañaba a la niñera del pequeño le impidió que esta fotografía se llevara a cabo y lo apartó de su lado.
Ante lo ocurrido, Julián Gil declaró a los medios de comunicación que en repetidas oportunidades le ha solicitado al juez que imponga un régimen de convivencia normal, en el que tanto él como el niño no se vean en la obligación de estar en ese lugar en donde ambos la pasan mal.
“Ya vieron que no puedo tomarme ni una foto con Matías. Esto nos perturba. Yo le he suplicado y le he implorado de todas las formas posibles al juez que ponga un régimen de convivencias normal, que no estemos obligados a volver a este lugar. La madre nunca ha puesto un pie aquí, y no tiene idea de lo que es, lo que se siente. Yo debería poder entregárselo al salir a ella y no a unos desconocidos”, apuntó.
En cuanto al hombre que le arrebató a Matías, el argentino puntualizó que no tenía ni la más mínima idea de quien era.
“No sé quién es la persona que no me dejó tomarme una foto con el niño. Solo es un alcahuete, eso es lo que es. Alega que es por orden del juez pero yo no sé si sea verdad o si sean órdenes de la madre”, agregó.
