La cantante Katy Perry anda dando de qué hablar en la plataforma 2.0, luego que se diera a conocer que sufrió fuertes episodios de depresión debido al fracaso con su último álbum discográfico.

La intérprete de “Unconditionally”, el pasado año estrenó su álbum titulado Witness, con el cual al parecer no ganó “ni un churupo”, luego de que a sus seguidores no les gustara la idea de la inclusión de temas como Swish Swish y Bon Appetit.

En una reciente entrevista para Vogue Australia, Perry expresó “Tuve episodios de depresión y mi corazón se rompió el año pasado porque, sin saberlo, puse tanta validez en la reacción del público, y el público no reaccionó de la manera que esperaba”.

“La mentira más grande que nos han vendido alguna vez es que nosotros, como artistas, tenemos que esforzarnos para crear” terminó comentando la cantante, quien recibió fuertes etapas de terapia con especialistas para tratar su problema ante lo que afrontaba.

Por su parte la estadounidense una vez dado de alta de sus respectivas terapias quedó comprometida con el instituto Hoffman, a donde acude constantemente para dejarle regalos y reconocimientos a quienes le prestaron ayuda durante su proceso.

La gran reflexión que le quedó a Katheryn Elizabeth Hudson, nombre de pila de la cantante, es que para lograr ser reconocida, famosa y una excelente compositora no debe caer en un “desastre”, logrando así que eso le afecte su salud y estatus emocional.

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