Un polémico estudio contradice a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y asegura que la carne roja y procesada no aumenta la mortalidad y se puede seguir consumiendo sin restricciones.

Después de que la OMS afirmara en el 2015 que la carne roja era poco recomendable para el consumo humano, ahora científicos canadienses acaban de asegurar lo contrario. Si los primeros aseguraban que la ingesta de carne roja aumentaba el riesgo de cáncer y otras enfermedades, el nuevo estudio publicado parece comprobar que aquello fue una falsa alarma y que no existen pruebas suficientes para relacionar que el consumo de carne roja o procesada aumente la mortalidad. Por lo tanto, consideran que la organización se precipitó en dar sus conclusiones.

Según la doctora mexicana Diane Pérez el artículo publicado el 1 de octubre en la prestigiada revista médica Annals of Internal Medicine es el resultado de la votación de un panel de 14 expertos procedentes de 7 países que evaluaron la información disponible hasta el momento sobre los potenciales riesgos del consumo de carne roja procesada y no procesada.

La conclusión fue que las personas que tienen preferencia por este tipo de alimento pueden seguir consumiéndolo. Vale mencionar que sólo se tomaron en cuenta consideraciones relacionadas con la salud humana, no el impacto en el medio ambiente ni las implicaciones relacionadas con la vida animal.

«La carne roja es una excelente fuente de proteína de alta calidad que es altamente recomendable, especialmente, en niños y contribuye a prevenir y contrarrestar la anemia. Mi recomendación personal es que quien disfrute de la carne roja siga consumiéndola pero procure que sea lo más magra posible, es decir que le quite el exceso de grasa», expresó Pérez.

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