Cuando de etiqueta se trata, ni la realeza se salva de las críticas. Los duques de Sussex vivieron esto en carne propia tras su paso por la alfombra roja de la premiere londinense de la versión en acción real de El rey león.

La duquesa Meghan Markle fue la primera en recibir las críticas de los expertos por la talla de su traje, un diseño de Jason Wu en color negro, escote corazón, transparencias y falsa evasé.

Según los críticos, aunque el vestido es «elegante», no era de la talla adecuada para la figura actual de la exactriz de 37 años. «La zona del pecho le quedaba bastante apretada e, incluso, Markle lucía una rojez en el cuello producida por la costura del vestido», comentaron.

De igual forma, señalaron que el hecho de que el traje, que tuvo un costo de 3.600 euros, fuese ajustado en la cintura, tampoco fue acertado de su parte.

Beyoncé y su esposo Jay Z estuvieron presentes en la premiere. La cantante se robó todas las miradas

En el caso su esposo, el príncipe Harry, las críticas se centraron en que el hijo menor del Carlos de Gales y la princesa Diana no usó ni la corbata (que era falsa) ni la camisa adecuada para un evento de ese tipo, algo imperdonable para alguien de la realeza.

A pesar de la presencia de los duques de Sussex en el evento de marca hollywoodense, la reina de la velada fue la cantante y actriz Beyoncé, quien acaparó las miradas con un vestido dorado, creación de Nguyen Cong Tri, que destacaba una atrevida abertura.

Meghan y Harry, por otra parte, ha sido foco de fuertes críticas recientes por el bautizo de su primogénito Archie Harrison, un acto que decidieron celebrar en privado, algo que enfureció a la prensa y al público. «Si utilizan dinero de los contribuyentes para pagar las millonarias reformas de su casa, entonces el bautizo tenía que se público por respeto a los británicos», comentaron.

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