La legendaria estrella del rock, que impuso una manera de hacer música, convirtiéndose en un ícono artístico y estético desde los años 70’s, falleció eeste domingo, 10 de enero, a los 69 años de edad, víctima de un cáncer que padeció por casi dos años.
La noticia de esta muerte fue anunciada en los perfiles oficiales del artista en Facebook y Twitter: “David Bowie ha muerto en paz hoy rodeado de su familia, después de una valiente lucha de 18 meses contra el cáncer. Mientras muchos de vosotros compartiréis la pérdida, pedimos respeto a la privacidad de la familia durante su tiempo de dolor”; seguidamente, su hijo, el director de cine, Duncan Jones, de 44 años, expresó su pesar a través de las redes sociales; por su parte el representante del artista reconfirmó el acontecimiento.
Para sorpresa de mucho el primer ministro británico, David Cameron, se manifestó, y confesó vía Twitter: “Crecí escuchando y viendo al genio del pop David Bowie”.
Poco se supo de la enfermedad padecida por el artistas, quien dos días antes de morir dejó su último disco “Blackstar”, álbum número 25, y que es considerado como un epitafio.
La familia de Bowie mantuvo bajo total hermetismo el padecimiento, sin embargo Ivo Van Hove, quien trabajó con David en Broadway, dijo a una emisora holandesa que el rockero enfrentó un rudo cáncer de hígado: “Luchó como un león y siguió trabajando a pesar de ello. Le tuve un gran respeto por eso”, aseguró Van Hove, quien detalló que Bowie “estaba muy débil y cuando salía del escenario tenía que sentarse”, pero siempre quería seguir trabajando.
Bowie no solo dejó un gran vacío y tremendos logros musicales, sino que en manos de su esposa Iman y sus dos hijos, Alexandria Zahra Jones y Duncan Jones, deja un patrimonio que se cree esté cercano o incluso supere los 180 millones de euros.
