El fin de la Segunda Guerra Mundial, dejó al descubierto los horrores que vivieron miles de personas por el régimen nazi dentro de los campos de concentración.
Aquí te mostramos estas mujeres que pasaron trágicamente a la historia por su crueldad.
Irma Grese
Su función como guardia en los campos de concentración y por su belleza física fue conocida como “El Angel de Auschwitz”, sin embargo Grese no era precisamente angelical, otro de sus tantos apodos fue “La hermosa bestia”. Tras el fin de la guerra fue juzgada y condenada a la horca.
Ilse Koch
Fue supervisora en el campo de concentración de Buchenwald, por eso se ganó el apodo de “La Bruja”. Koch inspeccionaba a los prisioneros al llegar al campo y seleccionaba los que tuvieran algún tatuaje, luego ordenaba su ejecución y pedía que le quitaran la piel. Koch se suicidó en 1967, mientras cumplía su condena de cadena perpetua.
Greta Bösel
Greta trabajó en el campo de concentración de Ravensbrück, su macabra labor consistía en seleccionar a los prisioneros que de inmediato serían enviados a las cámaras de gas y los que se llevarían a los campos de trabajos forzados. Fue juzgada por crímenes de guerra en 1945 y condenada a muerte por asesinato.
Dorothea Binz
Es otra de las conocidas mujeres crueles del campo de concentración, se dice que disfrutaba azotando a los presos con un látigo del que pocas veces se separaba y que aprovechaba cualquier oportunidad para golpearlos y hasta dispararles. Binz murió en la horca en 1947 tras ser condenada por sus crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Elisabeth Volkenrath
Se cuenta que fue una de las guardias que estuvo bajo el entrenamiento de Dorothea Binz en Ravensbrück. Fue condenada en 1945, tras el fin de la guerra, por haber supervisado y participado en ejecuciones y haber trabajado seleccionando prisioneros para enviar a las cámaras de gas.
Ruth Closius-Neudeck
Llegó al campo de concentración de Ravensbrück en 1944, a solo un año de que terminara la guerra, fue conocida por traspasar los límites de la crueldad, Neudeck en una ocasión degolló a un prisionero con el filo de una pala.
Johanna Bormann
Soltaba a su pastor alemán para que atacara a los prisioneros. Sin embargo, se dice que su crueldad la llevaba hasta el hecho de dejar que los animales se comieran a las víctimas frente a sus compañeros de cautiverio. Murió en la horca en 1945, luego de que fuera juzgada por sus delitos cometidos durante la guerra.